Cubierto de arena me encontré un día,
en la desolada llanura de tu desierto,
de cara al sol imaginaba un huerto,
al pensar vi pasar una gorda sandía.
Pensaba en el sabor de su bailoteo,
pues la sed me hacia ver mi bruna suerte,
la sanidía me observó y me dejó inerte,
tan sólo imité su tosco meneo.
Que loca escena allí me aguardaba,
yo paseando en tu calido llano,
donde todo lo que palpa miente.
La sanidía tras mi salto me esperaba,
de una mordida me le fui de plano,
sólo logré quedarme sin un diente.
Esto intenta ser un soneto pero soy muy malo contando los endecasilabos, haber quién me ayuda...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario