Corría un dia precioso, el sol imponente en lo alto calentaba con fuerza mietras que se contrarrestaba con una fria brisa. Era una bella tarde y yo caminando por la calle. Estaba buscando algo interesante para escribirlo con luz.
No veo nada interesante pero un delicado aroma me hace optar por meterme a una cafetería, ese delicado aroma ha sido mi debilidad por mucho tiempo. El lugar era precioso.
Al entrar por aquella gran puerta de madera observabas una barra de madera y azulejo en colores tierra. El aroma era aún más fuerte dentro de ella. Todo el lugar estaba lleno de sillones y cojines de todos los colores, bancos y una que otra mesa.
La luz entraba a través de las ventanas que estaban en lugar de algunos muros. Compro una gran taza de café con leche y canela (my fav) y busco el sillón más cómodo para sentarme.
Y así estaba bebiendo mi rico café cuando te vi... La luz acariciaba tu cuerpo y jugueteaba con tu cabello, todo era precioso, el tiempo trascurría lento. Simplemente volteaste a verme y sonreiste.
De repente mi corazón comenzó a palpitar de manera acelerada, algo se comenzó a inflar en mi pecho y me perdí por algún momento. Cuando volvi a la realidad me mirabas de manera extraña y me percaté de un camino de saliva que recorría de mi boca hasta mi mentón.
Fue tanta mi impresión que lo único que hice fue voltear al techo para evitar verte y derramar saliva.
Continuará...
2 comentarios:
ohhh
ya sera el momento
en que no tendras
que soñar
que te obcerva
y que se delita
callendo en el abismo
de tus ojos
esas sensaciones
inexplicablemente
inesperadas :)
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