Cosas de coquetería que dejan sobrando las ganas y las copas. Murmullos de nuestras almas que entorpecen las acciones para ser humanos y nos vuelven un poco más primitivos. Lenguaje corporal pintado de azúl y danzas extrañas que anuncian la hora de comernos a besos. Quiero bailar, reír y soñar; verte de colores con una mirada de tenue calor. Sentarme a tu lado, comer un pedazo de pastel, mirar tus ojos negros y gritarle al color blanco, púdrete.
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