jueves, mayo 18

Iba siempre solo, lo veían caminar por las calles a deshoras de la noche; él siempre inmaculado con su traje sastre color morado, su cabello enmarañado, de mirada siempre penetrante y con pequeños destellos de lucidez. Cuando te miraba, sentías un frío terrible que poco a poco se iba apoderando de tu cuerpo.

Nadie supo lo que pasó, aquella noche la calle Balerma estaba desierta. Las casas con todas las luces apagadas, en los jardines nada se movía, muy a lo lejos se veían dos luces de farolas (porque la de las esquinas Alisos y Aguirre estaban descompuestas), Terminaba de llover cuando lo miraste caminar por aquella profunda noche iluminada la farola de la esquina de Balerma y Albacete. Se movía como "indeciso". No se sabía si seguiría su camino hacia el norte o hacia el sur…

Se echó a dar vueltas alrededor de la farola, como jugando, se detuvo repentinamente cuando se dió cuenta que lo mirabas y corrió con rumbo norte; muerto de curiosidad lo sigues, parecía perderse entre los espacios de las farolas, corres para alcanzarlo. Te das cuenta que dobla en la esquina de Baena, con rumbo este, al doblar la esquina solo ves una sombra que entra en el edificio no. 4003.

Ese edificio de tres niveles (que alguna vez estuvo pintado de azul[azul marino]), parecía mas sombrío que los demás; todas sus ventanas rotas, sin puerta, un jardín con hierbajos crecidos y secos. Te quedas parado frente al umbral del jardín y decides entrar al edificio...

P.D. Esta es una idea para sacar algo, se aceptan ideas.

Con un respiro atravesado…


Sueña, es lo que te queda, no busques la libertad, busca la felicidad. Sí es cierto que eres más conocido que el agua embotellada, también es cierto que miro a Dios todos los días por un agujerito. La frustración se apodera de mí, concentrarse, para qué, lo único que quiero es salir al campo y sentir la tierra, las piedras, las hojas…ver esos árboles que me incitan a cantar: “la vida como tal reside en la subjetividad de la cucaracha…”.

Quiero ir al mar, abalanzarme en él y encontrar una armonía; dos elementos contrarios que se unen en un híbrido que tiene la fuerza y las ganas de renacer. Al respirar ese amargo humo recuerdo que caracoles hervidos e ilusiones volando no son simple fantasía…

Son mi forma de vivir.