Sí, palabras, una manifestación más de lo cotidiano, hay que dejar de lado los saludos, las miradas, las sonrisas, sólo quedate con mi expresión de agrado. En verdad no quiero que vuelvas, estoy muy bien sin tí, gracias al destino, estoy por enfrentar mi más grandes batallas, una que me llevará tiempo, pero que me ayudará a sentirme pleno en el futuro.
Conocer, saludar, besar, acariciar; un acercamiento deseado pero no correcto, bueno, correcto hasta cierto punto, quiero hacer las cosas bien. Primero equilibrarme y despues lo que venga. Respira, un momento más de esta larga vida de cierra y empieza uno que determinará si estoy listo.
Quiero un abrazo fuerte, una mano amiga y una flor blanca. Mi cuerpo con olor a salvia y a tabaco coyote, descansar sobre el suelo y mirar como el cielo nocturno junta nuestros caminos, que el espacio sea testigo de algo que está a punto de nacer, no sé que será.
Cambios de habitos, dificiles, pero no imposibles, un paso seguido de otro, reconocerte entre la selva es un buen comienzo. Algunos dirán que es cosa de coquetería, otros que me estoy ilusionando de nuevo, por ahora no hay pregunta, sólo un sueño, una vela que se enciende y un canto que surge del agua, pronosticando lluvias de felicidad en mis montañas.