Dulce aroma recorre el campo; recuerdo de roca, cariño, arena y niñez.
Alzan sus brazos al sol como un rito, en armonía, en la certidumbre de ser
correspondidos. Sin avisar brotan en los prados nuevos colores, nuevas
ilusiones en una nueva etapa.
¿Qué será de las bellotas? ¿Se irán cerro abajo para colonizar
nuevas tierras o el viento las hará subir la montaña? No puedo quedarme a
esperar respuesta, tengo que seguir mi camino. Y sí, me gustaría que germinaras
conmigo…
El viento te ha llevado lejos, espero pronto regreses a estos prados.