Mirando el camino que me llevará a casa. Recuerdos, vivencias... me llevo todo el cariño y el amor de los que me rodean...

Los veré pronto cuídense, sonrían, bailen y vivan.

Dias cotidianos

Mirando en la calle, uno se encuentra con manifestaciones de lo popular; aves de ciudad, gente que camina, parejas que se besan, ideas que nacen y que mueren. Respirar ese humo que calma mis ansias de verte, mas de coches a gran velocidad, letreros con sexo subliminal, gente que pide, que sufre, que rie... que ama.

Fue entonces, cuando la sed dominaba mi cuerpo, que entro a una cafeteria; compro algo refrescante y vuelve esa caminata que revuelve mi cerebro... HASTA QUE PISE UNA MIERDA DEL TAMANO DE UN PERRO MUERTO...

Ya la pienso para salir a la calle.

Perdido en el tiempo tras la certeza de no encajar. Mirando como caen los pedazos de cordura con un té de damiana. Respirando el embriagante olor de tus besos y con una mueca de desagrado por imaginar estas cosas que me duelen tanto. Mi perspectiva ya no es la misma desde que te conozco. Caminando entre rayos de sol admiro la belleza del horizonte marino; con los rayos lunares encuentro el tesoro de los sueños que confortan mi alma.

Buceando entre escombros, encuentro un recuerdo alegre, uno entre tanta basura. Simplemente lo admiro y lo guardo en el bolsillo para recordar... la mirada tierna que me confortaba.

Escucha

Cuando escuches cualqueir tipo de música, deja que las notas te lleven al punto máximo de la vida.

A mi padre.

Eres una persona importante, quisiera poderte decir todos los días que te amo, dibujas y dibujaste parte de mí. Aunque seamos de diferentes puntos de vista, quiero decirte que le das equilibrio a mi vida, que te amo, te extraño, te respeto y te recuerdo.

Falta poco para verte de nuevo, aunque sé que estoy utilizando esta fecha capitalista para decir lo que a ratos pienso. Te quiero dar las gracias por todas tus enseñanzas (las buenas y las malas), espero que sigas con el humor y sonrisa que te caracteriza.

Me asombro de que tan parecidos y diferentes somos. Cual gaviota recorre la playa, tus enseñanzas me ayudan a recorrer el camino largo del sino.

Volar.

Es lo único que me hace falta para ser feliz, colorearme de naranja y tener unas alas majestuosas. Sentir el viento en la cara, que me acaricie las ganas de vivir, soñar con duendes que bailan junto conmigo.

Volar al igual que soñar es mi sino y como tal deberá llegar tarde o temprano.

Cosas que pasan.

Se siente tan bien… correr a través de las nubes, seguir pensando que tengo una ilusión. Cuando te veo revoloteando entre correos electrónicos la curiosidad le gana al pacto de no hablarte. Veo entre anuncios publicitarios el tipo de letra que te caracteriza… las palabras más hirientes, rencorosas y ofensivas. Los habitantes de mi cabeza deciden irse de vacaciones, ahora que los necesito tanto.

Fue así como llegué a este lugar, donde las sensaciones se pintan de azul coral número diez, donde llegas a ser tan creyente que no lo puedes creer, y no es un templo. La montaña anuncia la hora de arrepentirme de haberte conocido. Me pregunto qué vendrá mañana, aunque no lo sé, me queda enfrentar lo que sea con la frente en alto.

Ya no me importa lo que me digas, sé como eres y sólo te deseo lo mejor en tu vida.

Shalalalalaaaaaaaaaaaaaa…

Crecen poco a poco las plantas, los gatos morados vuelan, los peces ahora respiran aire, mis ganas más apagadas que nunca, quisiera poder volver acariciar esa mejilla. Cada vez que te veo colorearte, las abejas revolotean y el sol, ya no es sol, se convierte en el recuerdo que taladra mi cerebro. En este día, las pitahayas se dan el lujo de dejar de bailar, para sentarse en su burbuja a comer cacahuates. Bendita casualidad que los bombones de menta vuelven su mirada hacia mí, como queriéndome culpar por no sonreír todo el tiempo.

Cuando llegó la noche, un pelícano me dice que no sabe como encontrar el camino hacia la pescadería (ahora resulta que tengo cara de mapa), le indico donde está, ambos seguimos nuestros caminos como si nunca hubiéramos cruzado palabra. ¡Eso es lo que precisamente me da rabia! Por qué jodidos nadie me toma en serio, sólo vengo a cumplir una función…

Algo encontrado en mi cabeza.

Mirando la expresión de tu rostro, la esperanza asoma su realeza; con la sorpresa de una nueva ilusión y miles de colores como aves nos rodean. Pero, todo cambia en un momento, el terror se apodera de nosotros, cuando el sendero de la obscuridad nos arroja al vórtice de la suspicacia; y con tu mirada amable me saludas. Todo aquello era una simple visión de la verdadera pesadilla.