Simplemente...

¿Cómo mirarías a esos ojos, que se ocultan de la sombra? ¿Cómo sería un encuentro, unas bebidas calidas y una fogata? Bueno los escenarios cambian mucho, las personas son las que cuentan… pequeños bocadillos y un gran abrazo.

Es un bonito sueño, pero no hay que adelantarse, ni siquiera te he visto bien esos ojos, haber cuando se me hace conocerlos. Quiero tantas cosas, pero mejor las consigo poco apoco, tan sólo un respiro, una mirada a tus ojos enigmaticos…

Sonrie... es lo que cuenta, no importa si no es mañana... la cuestion es que será...

Saludos desde la margarita más cercana.

Correr de lado, o hacia atrás, no se trata de retroceder, sino de encontrar una nueva perspectiva para llegar a la misma meta, como duraznos en almíbar, encerrados en una lata, con la idea funcional que sólo sirven para una cosa, mejor hay que hacer un pastel… uno que contenga sueños en polvo de la gente que me rodea, semillas de ajonjolí y hojas de guayaba. Saborear dulces besos, caricias y sonrisas pícaras… no quiero jugar, no me gusta ese juego dulce y ficticio donde se satisfacen necesidades.

Tendemos a caernos poco, a ceder ante el sistema, lo que verdaderamente necesito, es algo que no todos tienen, no lo puedes comprar, uno de esos espejismos que nos muestran lo maravilloso del desierto y lo doloroso del mar. Huir no es una solución, aunque todavía no pueda enfrentarlo, bueno, no me siento preparado; esperaré en el bosque marino, donde los peces juegan a ser pescados, donde las algas cobijan mis tesoros, en donde encontraras el camino de la aventura y de la fidelidad.

Curiosidades de las aves, piensan si tener respuesta acerca del color de las ostras; se iluminan las ganas con damiana, y con valeriana de las apagan. Sombras que recorren la superficie, colores que ocultan mi ser, como si mi exposición estuviera prohibida; mi canto, que nunca fue melodioso, pero distrae para que los peces alcancen a esconderse de ese ser que envenena el alma.

¡Caracoles! Otro día normal en el bosque marino.

A un amig@…

Una persona que todos tenemos, o la mayoría, una manifestación de cariño incondicional, simples miradas de vivencias, consejos, confesiones, son una simple muestra de un lazo… como dos árboles creciendo uno al lado del otro, miradas de complicidad, hombros mojados, sueños e ilusiones, el calor de un abrazo, la comprensión de una acción innata que anuncia pintándose de café, que a pesar de ser diferentes, se complementan para una misión; una de esas que llaman vida, apoyo, con altas y bajas; pero con la certeza de que contar siempre con la contraparte.

Esto es para ti mi amigo, el que me conforta con un abrazo, el que me aconseja, me critica, el que con un simple llamado responde a mis dudas, esto, debes de saber, es un agradecimiento por ayudarme, ser como eres y sobre todo por estar en mi camino…

Gracias…

Le…

Como dicen por allí, “te dije, te digo y te diré por qué… el amor es para siempre”, unas simples palabras que nos dicen “te quiero porque en ti comienzo y termino”. El encargado de la tarea de vivir y cada vez que te miro flotando en el aire académico, se me hincha el pecho con fuerza y ganas de robarte un beso. Miradas, saludos cotidianos, que no sé si son por cortesía o por algo más, no se trata de coquetería, ni tampoco de amistad; la verdad confundida por tu impredecible ser.

Inmaculada imagen recorre mi mente… tu sonrisa, los colores dominan mis emociones, no sé que hacer… ¿robarte un beso o apaciguar estas ganas que me queman las ganas? La respuesta depende de ti, como la mayoría de mis acciones; sí, me declaro adicto a ti y no me importa. Recorrer, en la fría humareda de mi memoria, tus sueños, colocar esas palabras amelcochadas que forman tu nombre, encontrar en mis días rutinarios la luz que ciega las otras palabras, volar con otras ganas, pensarte como los árboles se aferran al suelo, miradas cotidianas de me enseñan que eres único entre tanta masa.

Suavizar tus enredos con mis caricias, lo deseo, sólo falta tener un encuentro, algo que anuncie mi vida plena y conforte mi alma, sin embargo digo, no estoy enamorado…

Aquellos seres.

Corren sin pena alguna, tras la fría mirada de unos cuantos pesos, como si fuera lo único que quisieran alcanzar, ideas fugaces que regocijan el alma, tormentos mojados que descansan en tus ganas. Encontrar la fuente del deseo, inmaculada a los rayos del sol, pero mortal a los rayos lunares; pensar el lo más idóneo para que el ego no se apodere de lo mas preciado. Sí, conocer y compartir no eran suficientes, para tu ser que me desangra la memoria.

Razonando, revoloteando y con una infantil danza se regocijan. Árboles salados que vuelven a cuestas, pelotas ovaladas que con sus llamativos colores distorsionan mi realidad. Unos dicen locura… otros libertad… lo único que sé es que sea lo que sea aquellos seres no me encontraran en al lago de los sueños…

Y dicen que no todo es verde.

Como quien toma una copa, pinta de azul, comparte una sonrisa y ve hacia el horizonte con la ilusión de un nuevo día; como quien se esfuerza, sufre y escribe día con día las palabras que forjan el largo camino que llaman vida. Correr como si ya no fueras a correr nunca, cantar como si tu voz se fuera a acabar, el simple mensaje de vivir es lo que dejo, una pequeña luz que le da esperanza a quien se siente desprotegido… ¿Por qué escribo esto? Por que me nace compartir lo que siento en este momento, aunque no sabré si mañana estaré del otro lado…