Una noche tranquila... metiéndome en rutina de calores nocturnos le pregunté al universo sobre mi sino. Y llega un caminante por la playa, por el camino que da al faro Norte, el último-primero de estas tierras. Yo tumbado en mi campamento, en mi rutina en mi mundo en mis planes de cruzar mares y montañas.
Y me quedé embobado con su sonrisa, con su mirar y con su alma...
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