domingo, mayo 6

En espera…


De la temporada de higos me tumbé sobre la sombra de un naranjo, mirando como el sol jugueteaba con las hojas y las flores blancas, es un lugar fresco que insita al sueño. Me puse a imaginar cómo será tu rostro, será redondo, cuadrado, afilado, no lo sé. Sólo espero que al llegar la temporada me encuentres, para que juntos vayamos a recoger los dulces frutos del desierto.
El calor me sacó de mi sueño, quien lo diría, en mi locura hablando de higos y yo rodeado de ilusiones. Por cierto, la margarita me invitó un pastel de zanahoria con un té negro, la oferta es tentadora y algún día cercano le tomaré la palabra…
Algunas palabras se tornan borrosas, es el sueño o es el hecho de que no me he puesto los lentes, como algún sentimiento pasajero vuela con la rapidez del viento, llega a la costa, lleva olores de sal y de paz…
Recuerdo que una vez fui a La Paz, Baja California Sur, es bellísima, una ciudad muy bien planeada, con calor rico y un mar de Cortéz plácido…
¿Cómo empezó todo esto? Ahh si, los higos… eso siempre me recuerda a una dulce mañana…


El sol calentaba la fría tierra, el agua fresca limpiaba los sueños en forma de lagañas, allí estaba yo frente a esa hermosa playa, de arena blanca, poca profundidad y color azul turquesa, los pinos salados cantaban su canción de saludo al sol, el viento me envolvía y me elevaba hasta una isla cercana, sobre su arena había caracolas rosadas y otras amarillas. Caminé por su circunferencia imperfecta, en el lado norte se veía otra isla, al oeste una lobera, y al sur la playa donde había despertado, se miraba algo lejos pero no me preocupaba el regreso, simplemente seguí caminando, casi recorría la isla por completo cuando en la orilla me encontré una botella, la cual interrumpió mi excursión.
Era una botella verde y tenía un mensaje dentro, rápidamente la abrí y leí el mensaje:


Cuando leas esto sabras que te amo y que me tienes, ven, te prometo la luna y las estrellas, un departamento y mis millones…
Además venía un teléfono… 615-1… atentamente CMBT.


¿Qué hice? La tiré al mar, porque lo que busco está más allá de lo que decía la nota… Aunque por si las dudas, le arranqué el pedacito del número de teléfono… je je, después descuento qué pasó cuando hablé…

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