domingo, agosto 19

Cosas de billar...

Ahora sé que no fui utilizado como yo pensaba, simplemente me encontré con alguien que no sabe lo que tiene... o lo que quiere. En la calurosa noche, el corto encuentro anunció un trago amargo. Y allí estaba la recién partida mesa de billar, me tocaban las grandes... el taco graciosamente se desliza entre mis dedos y le pega a la bola blanca… meto una y en cuento alzo la vista no prestas atención… en fin ¿qué debo hacer? Si me voy (y lo pensé) a la mejor lo toma como una señal de celos y a su vez de interés, así que sólo me tragué ese momento amargo…

Este post va dedicado a mi amigo Cristian de Mexicali... me ayudó a ordenar mis ideas... gracias amigo y todavía nos debemos un té.

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