domingo, febrero 8

Las caracolas (la historia)


Hay dias (mi querido acompañante), cuando la cabeza ya no me da más con tanta información que anda cargando, me lanzo a la playa a contemplar el mar. Especialmente me alegra el bajamar, pues es en ese momento donde me encuentro a mis confidentes, las caracolas. Por la playa desierta camino recordando todo aquello que me molesta y me preocupa, mis momentos alegres y felices. Los concentro en mi mente hasta que llega el momento en el cual me encuentro a una caracola sobre la playa. La observo y si se mira de confianza le susurro mis secretos hasta que se llena. Te encuentras de todo, caracolas llenas de deseos, sueños, chismes y hasta chistes. Hasta recuerdo una vez, una que tenia un cangrejo dentro y no me di cuenta... mi oreja nunca me habia dolido tanto (jeje).

Pero tampoco hay que confiarse de todas las caracolas (menos de las que tienen cangrejos), son bastante chismosas, cuando te acercas una para saber si está llena te susurra el tesoro que guarda y luego como ha quedado vacía la llenas con lo que traigas en mente... me he enterado de cada cosa, que fulanito ama, que sutanita odia, que el tal sutano se siente más feliz, entre otras cosas... y así me libero de mi cotidiana carga. Ya tengo pensado ir de nuevo a la playa... sacar unas cosas que traigo dentro y para contarles sobre ti.

:)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Wow
por un momento se creo un cuadro perfecto en mi mente

de lugar del momento y tiempo
casi sentir que estaba ahi sentado entre las piedras o caminando entre ellas buscando con quien platicar
buscando alguien en quien confiar

Anónimo dijo...

uorales pense que era la caracola magica jajaja
entonces ya se a kien contarle mis chismes jajaja

Unknown dijo...

Siempre tan confiables las caracolas!